martes, 27 de noviembre de 2007

Desde abajo y a la izquierda

Balance del conflicto social durante mayo-agosto 2007

Luis Salazar*

Introducción
A continuación presentamos el informe acerca de la conflictividad social acaecidas durante el segundo cuatrimestre (mayo- agosto) del año en curso.
El informe correspondiente al primer cuatrimestre fue publicado en tres partes en los números 28, 29 y 30 de Iniciativa, respectivamente.
Durante el período analizado, se produjo el paro nacional del día 9 de julio; razón por lo cual, dedicamos algunas líneas para destacar este acontecimiento y su relación con un caso de movilización territorial, específicamente el del barrio Capotillo.
Las luchas sociales por regiones
Durante los meses de mayo-agosto, las acciones de lucha popular fueron más uniformes (Cuadro No.1), en relación al cuatrimestre anterior (Cuadro No.2). Recordemos que durante los meses de febrero y marzo, se produjo un ciclo ascendente de la movilización popular.
El total de acciones durante el período analizado fue de 83; mientras que en el período anterior fue de 103. Para el primer cuatrimestre, el promedio de acciones por mes fue de 25.75; mientras que, para el segundo cuatrimestre, fue de 20.75.
Contrariamente a lo sucedido en el primer cuatrimestre, la región Sureste (que incluye el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo) ocupa el primer lugar por cantidad de procesos de lucha registrados (41 para un 49.4% del total), seguido por la Región Norte (30 para un 36.1% del total) y, por último la Región Suroeste (11 para un 13.3 del total).
Como correspondía a un proceso ascendente de las luchas sociales, durante los meses de enero-abril, se produjeron 4 acciones de carácter nacional; mientras que durante este último cuatrimestre sólo se ha registrado un caso de amplitud nacional: el paro del 9 de julio pasado.
La dinámica de los sectores sociales
Se mantiene la preeminencia de los sectores sociales vinculados a las áreas territoriales: los pobladores, registrados con 52 acciones, para un 53% del total; las organizaciones locales, regionales o nacionales de coordinación y de lucha (tipo Foro Social Alternativo, Falpo, etc.), con 11 (11%); los sectores religiosos con 9 acciones (9%); y los choferes con 8 acciones (8%).
Se registra una baja significativa de los procesos de lucha que involucran a maestros y estudiantes o jóvenes, en sentido general; además, hay una completa ausencia de los médicos del escenario de la movilización social.
Los métodos de luchas más usados

También aquí se mantiene la preferencia por métodos de lucha que hagan del territorio el escenario fundamental: las marchas y movilizaciones: 51 casos registrados (57%); los bloqueos de carreteras y calles: 13 (14.4%); las vigilias y piquetes: 11 (12%); y los paros barriales: 9 (10%).
Las demandas más enarboladas

La demanda de obras (carreteras, calles, escuelas, acueductos, etc.) continúa siendo la más levantada en los casos registrados con 33 menciones para un 32% del total de demandas.Hay que hacer notar, que el incremento de la escasez de agua y la profundización de la crisis eléctrica, que afectan sobre todo a los barrios pobres, se han convertido en demandas sentidas de las comunidades de todo el país; en nuestro registro esto se expresa en el hecho de que dos de las demandas más importantes sean las relacionadas con el agua (24 menciones para un 23% del total) y la lucha contra los apagones y el aumento de la tarifa eléctrica (20 menciones para un 20% de total).
El paro nacional del 9 de julio
Sin lugar a dudas, el acontecimiento más importante del período lo fue el paro nacional del pasado 9 de julio, convocado por un conjunto de sectores agrupados en el Foro Social Alternativo.
La apreciación generalizada es que se trató de un movimiento exitoso que logró paralizar el país, y servir de canal de expresión al descontento de la población frente a los muchos problemas que padece, y la indiferencia del gobierno para resolverlos.
Por ejemplo, César Pérez ha resaltado la reducción del pliego de demandas, la inclusión en el mismo del desmonte del impuesto a la gasolina, y su carácter pacífico, como elementos que muestran “un auspicioso avance político y organizativo en algunas franjas del movimiento popular y de izquierda del país.” (Ver Lecturas de un paro general exitoso, en http://www.clavedigital.com/Firmas/Articulo.asp?Id_Articulo=9430 ).
Tal y como hemos recordado más arriba, durante los meses de febrero y marzo se produjo un ciclo ascendente de las luchas sociales en el país; de tal forma, que el paro nacional del 9 de julio se alimentó con lo acumulado durante ese proceso; sin embargo, la realización de ese movimiento se produjo cuando ese pico de las luchas ya había pasado. Aquí hay que preguntarse, si para decidir una acción tan importante, los dirigentes del movimiento social toman en cuenta el momento, de auge o reflujo, en que se encuentra situado éste; si se realizan análisis permanentes del momento político avalados por estudios concretos acerca del estado de los procesos de lucha.
Se necesita poner en práctica nuevos y más creativos métodos de lucha, que permitan una mayor integración directa de la gente. Hay que ensayar procesos más cortos, de varias horas, por ejemplo, tomando en cuenta que la mayoría de la población trabajadora del país es informal, y que una protesta de un día entero merma considerablemente sus ingresos.
En todo caso, el paro fue exitoso, a lo cual contribuyeron el real descontento de la gente, la actitud indolente de las autoridades, el apoyo público que la oposición política hiciera al mismo, y la posición firme y unida de sus convocantes.
Más allá de la valoración del paro en sí mismo, entendemos que es en la interrelación entre un proceso nacional y otro local, donde se encuentra uno de los aspectos más positivos de esta experiencia. Por eso, queremos situar nuestra atención en el efecto positivo que éste tuvo en la lucha social en un territorio específico: el barrio Capotillo, situado en la zona norte del Distrito Nacional.
La lucha popular en Capotillo
Dentro del marco de la preparación y desarrollo del paro nacional, se realizaron en Capotillo dos marchas: la primera, el día 4 de julio, y la siguiente el mismo día de la paralización nacional. La preparación y realización de la protesta nacional, se convirtió en un factor que estimuló la continuidad de la lucha local en este sector.
Este proceso de movilización territorial estuvo precedido por consultas, reuniones, encuentros, asambleas, y volanteos, mediante la participación de las más importantes organizaciones comunitarias de la zona.
En ambas marchas se entrelazaron las consignas y demandas locales (regularización del suministro de agua potable y energía eléctrica, reparación de la escuela laboral y cumplimiento de las promesas hechas al inicio del programa Barrio Seguro) con las de tipo nacional.
Un aspecto que, sin duda, permitió la integración masiva de la gente fue el carácter pacífico de las movilizaciones, alejada de los tradicionales enfrenamientos entre encapuchados y policías. Esto representa un verdadero avance del movimiento social en este sector; el cual se ha caracterizado por las prácticas que alejan a la gente de los procesos de lucha.
* el autor es militante revolucionario

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