martes, 14 de agosto de 2007

Desde abajo y a la izquierda

Luis Salazar*
Electoralismo

Alcanzar el poder implica construir y potenciar fuerzas sociales capaces de generarlo

El electoralismo es la peor desviación que amenaza a las fuerzas políticas revolucionarias que participan en un proceso electoral. Puede presentarse de dos formas:

La primera de ellas son las ilusiones electorales, es decir, la sobrevaloración de lo que puede lograrse a través de la participación en el proceso electoral. Un ejemplo de esto es la vieja confusión entre llegar al Gobierno o alcanzar cuotas importantes de presencia en las instituciones representativas (Congreso, ayuntamientos, etc.) con tener todo el poder o tener el poder real, es decir, controlar los resortes fundamentales de poder. Lo primero no necesariamente implica lo segundo; alcanzar el poder implica construir y potenciar fuerzas sociales capaces de generarlo.

La segunda forma en que puede presentarse el electoralismo consiste en asumir la lucha electoral como una contienda entre partidos, entre políticos profesionales, dejando de lado, durante el proceso electoral, al pueblo, sus luchas y demandas.

La cultura política dominante (la de la clase dominante) tiende a excluir de la política todo aquello que no tenga que ver con los partidos, sus camarillas, clientelas e intereses propios, integrando las demandas populares solo cuando sean necesarias para mantener su dominación.

Por eso se tiende a presentar el proceso electoral como una cacería de electores, de adherentes, mediante un proselitismo puro y simple. No obstante, las elecciones deben trascender la búsqueda de votos; deben ser el momento específicamente electoral del proceso de participación y concienciación popular, para la construcción de sujetos.

Para poder alcanzar ese objetivo hay que romper las barreras que separan a la gente, a sus organizaciones, de la actividad política. De igual manera, ver el proceso electoral como un escenario donde los excluidos y oprimidos, los sin partido, tienen un papel fundamental que jugar.
* el autor es militantes revolucionario

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